miércoles, 25 de noviembre de 2009

Una visión desde la semiótica visual de "La Cenicienta" de Walt Disney a Crepúsculo. Por Judit García

“Imagino la mente de un niño como un libro en blanco. Durante los primeros años de su vida, mucho se escribirá en sus páginas. La calidad de su contenido afectará profundamente su vida”. (WALT DISNEY). Esta cita de Walt Disney, me parece fundamental para introducir esta sección, pues en ella se muestra al creador de la factoría de los sueños, como un pedagogo adelantado a su tiempo, un visionario que tenía claro que se puede educar a un niño con lo que ve a lo largo de sus primeros años de vida. Ahora bien… ¿qué es lo primero que ve la inmensa mayoría de los niños occidentales?...., las películas Disney, pues como casi todo el mundo cree, sus películas están inmersa en valores tan positivos como la igualdad de género, de tolerancia hacia otras razas y culturas, pero… ¿Es eso totalmente cierto? La verdad es que si nos paramos a analizar los mensajes que transmiten las películas Disney a través de la imagen, muchos quedaríais totalmente sorprendidos de los verdaderos valores sociales que esta gran compañía de entretenimiento fomenta entre los niños y los no tan niños (no olvidemos que películas tan sangrientas como las saga SAW provienen de la factoría de la fábrica de los sueños: Disney). A lo largo de esta sesión, comentaremos los valores visuales que la película de la cenicienta nos transmite desde la primera la primera versión animada que Disney nos mostró en 1950, pasando por versiones más modernas como Pretty Woman, Una Cenicienta moderna, El diario de Bridget Jones, Irina Palm, Encantada y Crepúsculo. Donde encontraremos que la misma historia se repite una y otra vez con personajes y situaciones muy distintas, pero cuya esencia, como veremos, es la misma: jóvenes indefensas que buscan desesperadamente que alguien las salve, las comprenda y las saque de ese mundo repleto de mediocridad que las rodea.

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