viernes, 27 de noviembre de 2009

La Cenicienta que se escapó. Por Roser Palol

"La Cenicienta que se escapó" cuenta como la protagonista tiene la posibilidad y derecho de decidir. En el cuento, Cenicienta parece no tener opinión, lo cual es altamente falso.
En esta conferencia interactiva cada cenicienta y ceniciento redactó su propia versión de la Cenicienta. En mi caso, mi cuento quedó de la siguiente manera:

Había una vez una jóven muy buena, cuya madre había muerto cuando ella aún era pequeña. Su padre se esmeraba en darle todos los cuidados y educarla... Pero como eran muy pobres y tenía que trabajar todo el día, apenas tenía tiempo de atenderla.Un día el padre preguntó a su hija: ¿Hijita te gustaría tener una mamá que te cuidase? Bueno papá, para mi no va a existitr más madre que la mía, pero si es lo que tu quieres, yo solo quiero que tu seas feliz. Y así fue como el padre de aquella dulce jóven decidió casarse de nuevo.(...) Pero la madrstra era una mujer son corazón. A sus hijas las cuidaba y las mimaba pero a Cenicienta la obligaba a hacer todo tipo de tareas del hogar como limpiar la chimena. Un día el Reyde ese país penso que su hijo, el Príncipe, ya estaba en edad de casarse: es una buena idea compartir la vida con alguien, casarse...lo menos, intentarlo con todas las fuerzas. No es bueno estar solo a todo costa. (...) "Haré una gran fiestaen el palacioe invitaré a todas las niñas casaderas del reino" (...). Así llego la notica a oídos de la madrastra quien de inmediato ordenó a sus hojas que preparasen sus mejores ropas. Al mismo tiempo le dijo a Cenicienta: tu no irás. Yo porque paso un huevo de este baile de mierda, porque si no, rajo por la mitad a la zorra de mi madrastra y me voy al baile, ¡Vaya que si voy!...¡Ah! y lo de fregar y tal, que lo haga su puta madre, dijo Cenicienta. Las hermanastras aplaudieron y saltaronj de alegría. Pero Cenicienta hizo un esfuerzo para no echarse a llorar. (...) Yo no tengo destino. Mi futuro es el que yo decida. Trabajando y esforzándome saldré de ese agujero, dijo Cenicienta mientras se encaminaba hacia la chimenea para limpiar las cenizas y reavivar el fuego. De pronto entre las llamas, se desprendió un resplandor más luminoso que el fuego. "No te preocupes Cenicienta, tu también irás al baile". Ante ella había una mujer de dulce rostro. (...) No hay hadas madrinas, ni centauros, ni ovnis, lo que hay es una falta de sentido común que estropea vidas enteras. Me lavaré y me vestiré l mejor que pueda, seré yo, y si le gusto a ese hombre, bien, y si no, también. ¡Ah! y en la vida me voy a poner unos peligrosos zapatos de cristal, seguro que hay cuatro normativas europeas de seguridad en el trabajo que los prohíben. "Solo te falta el carruaje" dijo el hada. (...) Un sonriente cochero le hizo señas a Cenicienta para que subiese. La llegada de Cenicienta al palacio despertó un murmullo de admiración. "¿Quién es? Pero quién más se formuló la pregunta fue el principe. Espero que lo que le haya gustado de mi no sea algo tan efímero como la belleza. espero que le guste mi forma de pensar y de actuar. pero ¡buf!, que alivio que por fin me guste alguien de verdad, dijo Cenicienta. A partir de ese instante el Príncipe y cenicienta no dejaron de bailar juntos. En medio de un hermosísimo vals, sonaron las campanadas de media noche. Cenicienta comenzó a contarlas, ¡ah, van a ser las doce! ¡No te vayas por favor! Esta mujer me gusta, es agradable, culta, bonita, tímida. ¡Tengo que encontarla! Hace tiempo que nadie me impresionaba así, quiero conocerla mejor, dijo el Príncipe. esa misma noche, desesperado, el Príncipe fue a la cámara real y hablo con el rey. (...) Por orden del Rey todas las doncellas del reino deberán probarse un zapatito de cristal. Quien pueda calzarlo se casará con el Príncipe. (...) Cuando comprobaron que el zapatito de crsitan calzaba perfectamente en el pié de Cenicienta, todos se sorprendieron. Todos menos el Príncipe, su corazón ya se lo habia dicho. Pues me lo voy a pensar antes de casarme con alguien que no conozco. creo que só, que acabaré casándome con él, y seré feliz, pero prefiero tener un tiempo. FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario